Muy seguramente antes de junio de 1907 ya conocía la sala africana del Trocadero, ya que Fernande en su biografía afirmaba que Picasso decía que hacía mucho frió dentro del Museo Etnográfico.
“Picasso me comento confidencialmente que los críticos nunca se habían tomado la molestia de estudiar de cerca su pintura. Si no se hubieran dado cuenta de las similitudes existentes entre las señoritas de Avignon y la escultura ibérica, sobre todo en la estructura general de las cabezas, La forma de las orejas y la configuración de los ojos, nunca habrían cometido el error de sugerir que esta pintura deriva de la estatuaria africana”.
¿Por qué mintió Picasso acerca de la visita al museo etnográfico y sobre el efecto en su obra?
El primer repudio contra el arte africano fue en 1920, pero no era tanto hacia la escultura tribal como a la moda desatada en torno a ella. Picasso refleja el asco que le producía el increíble aumento de precio que había registrado el arte africano después de que corriera la voz de que él se había basado en esta manifestación artística. Le enfurecía que se hubieran publicado comentarios en los que se interpretaba, con simpleza, que la pintura estaba basada en una sola influencia.
En 1939 Picasso seguía insistiendo en el iberismo del cuadro, pero por esa época ya no tenía que ver con el repudio al arte negro tan mediatizado, sino por la exaltación patriótica que la guerra civil en España había inspirado en él. Por aquella época, Picasso se había convertido en el símbolo más visible de la España Republicana y el estrellato político fue una fuente de intenso orgullo. Las señoritas de Avignon eran tan españolas, en estilo y espíritu, como el Guernica.
La escultura ibérica era un descubrimiento de Picasso, un tesoro exclusivo del que había sacado partido en numerosas ocasiones, ya que ningún otro pintor lo había reclamado.
En los bocetos previos y las primeras fases de las señoritas de Avignon, la pintura no había superado el estilo ibérico, aunque ya había empezado a integrar elementos tribales; estos no influían de forma directa.
“Cuando fui a ver el viejo Trocadero, no me gusto. El mercado de las Pulgas. El olor. No había nadie. Pero no me fui. Me quede. Comprendí que era muy importante: algo me estaba ocurriendo. Las mascaras no eran como las restantes esculturas, eran cosas mágicas. ¿Por qué no lo eran las egipcias o cananeas? Estas eran solo primitivas. Las piezas negras eran solo intercesoras, mediadoras. Estaban en contra de todo. Comprendí para que utilizaran los negros sus esculturas. Los fetiches eran armas. Para ayudar a la gente a no caer bajo la influencia de los espíritus. Entonces comprendí porque era pintor, completamente solo en aquel espantoso museo, rodeado de mascaras, de muñecas hechas por los pieles rojas, de maniquíes polvorientos”
Entrevista con A. Malraux
Con un solo vistazo a la obra se encuentra la trivialización de las dos cabezas de la derecha, estrechamente en deuda de lo que vio en el Trocadero. Picasso volvió una y otra vez al museo etnográfico; la conciliación entre las estilizaciones ibéricas con la magia, las mascaras tribales y la incomprensión de sus amigos exacerbo su angustia. De pronto pareció que había perdido su ímpetu. Se encontraba en un punto muerto. Cuando Picasso volvió a trabajar en el cuadro, en la fase final, hizo una completa reelaboración de las dos cabezas de la derecha. Quería crear conmoción. Aterrorizar si era necesario y las mascaras africanas le proporcionaba una salida.
“Hay dos clases de artistas y poetas, unos producen en gran cantidad y sus obras son instrumentos poéticos y artísticos, nunca luchan demasiado. Frente a estos, están los que deben extraerlo todo de su interior, porque ningún espíritu ni musa les inspira. Viven en soledad”.
Picasso pertenecía a la primera clase. No ha habido nunca espectáculo más fantástico que la metamorfosis que sufrió al convertirse en la segunda clase.
Apollinaire
Apollinaire
La ansiedad de Picasso era la que sufren los científicos experimentales cuando el problema que han planteado puede que no tenga solución. Se da un paso hacia el vacio , poniendo en peligro la propia carrera. A este nivel, investigar conlleva el peligro de no tener compensación alguna.
Laura Sanchez Garcia
Hasta hace pocas fechas, mis conocimientos sobre la vida y obra de Pablo Picasso no alcanzaba mas allá de lugar de nacimiento y obras célebres. Despues de la lectura de tus publicaciones, no solo conozco algo sobre los miedos, vergüenzas y peculiaridades del artista, sino que me despierta el instinto cultural, de manera mas profunda, me acerca a comprender su singular forma de entender lo que veia. Gracias Laura.
ResponderEliminarGracias por tu comentario, anónimo. Estoy contenta y halagada de haber levantado tu interes, procurare que no decaiga.Los cuadros en muchas ocasiones son prolongaciones de aspectos de la vida de personas que tienen mucho dentro para dar, mucho que decir y lo expresan asi, con su pintura, que es su instinto, una parte de ellos mismos. Gracias a las obras de arte, tenemos un conocimiento mas concreto sobre temas trasversales que nos ayudan a comprender historia y vida del ser humano, y con ello a conocernos mejor a nosotros mismos.
ResponderEliminarUn saludo. Laura.
Estaba buscando información en internet sobre un cuadro de Gogen, cuando por casualidad me ha llamado mucho la atención este blog.
ResponderEliminarMe parece muy interesante y me alegra que haya gente que estudie a un artista de la talla de Picasso y sea capaz de trasmitir de un modo sencillo y claro el estilo, vida … del artista.
Muchas gracias
no tenía ni la más remota idea de que la pintura de picasso estuviese influenciada por el arte africano, íbero, etc y mucho menos de que todo esto conllevara una polémica, controversia o como quieran llamarlo. me ha resultado bastante interesante y un descubrimiento. un saludo.
ResponderEliminaraLa visita de Picaso a la sala del Trocadero del Museo Etnográfico del Dr. Velasco hoy Museo Antropológico) como se le conocía en Madrid en 1907 es sin duda un impacto inspirador. Aparte de las valiosas piezas tribales africanas, el Museo estaba lleno de leyendas. La mas impactante y morbosa era la de la momia de Concepción, hija del Dr. Velasco, muerta a los doce años de fiebres tifoideas. Estaba expuesta en una de las salas, con un realismo sobrecogedor, lo que dio originó múltiples leyendas, y posteriormente el cierre del Museo durante varios años y al traslado de la momia a la la Sacramental de San Isidro de Madrid. Esta es una anécdota que amplia el descubrimiento del Museo, para Picasso y para todo el que lo visitaba.
ResponderEliminarEstoy seguro que al igual que yo, mucha gente deconocia aspectos tan importantes de la vida de Picasso, como la influencia del arte africano, e Íbero en su pintura,y la metamorfosis sufrida en sus obras, gracias a tu blog has conseguido ( por lo menos en mi caso)que me interese mucho mas por la obra de este gran artista.
ResponderEliminarYo pienso que Pablo Picasso es de los pocos pintores que ha conseguido plasmar en sus obras todo el talento que llevaba en su interior y de esa manera creo una clase de pintura nueva.A mi lo que me dice este documento es que cuando un artista consigue plasmar en su obra lo que experimenta por dentro es un hombre completamente realizado.
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